La Providencia Divina mueve los hilos de la historia… del corazón de los más afortunados…

Reconociendo con humildad y verdad, de que estamos dentro del grupo de los más afortunados, por la sencilla razón de que aún estamos aquí para contar nuestra experiencia, porque la pandemia ni nos ha llevado ni nos ha hecho pasar hambre o necesidad alguna … damos gracias a Dios por el don de vida y de salud, de todas nuestras Hermanas en las varias regiones del mundo donde nos encontramos. Todas las Comunidades, hemos intensificado la oración y adoración diaria pidiendo la sanación de toda la humanidad, pidiendo por las víctimas de esta pandemia, por todo el personal sanitario, por las fuerzas de seguridad, por todas personas involucradas directamente en hacer más ligera el sufrimiento de tantas personas afectadas, por los científicos que están trabajando por encontrar la vacuna, la cura, etc …

Muchas otras Hermanas, movidas por el deseo de ayudar y aportar su grano de arena en esta crisis sanitaria, han venido fabricando mascarillas, gorros y batas; algunas por iniciativas propias, otras atendiendo a la petición del ayuntamiento local o uniéndose a las distintas iniciativas solidarias de los organismos eclesiales y civiles de sus respectivos lugares. Han dedicado su tiempo, poniendo su talento y material, al servicio de las personas que más lo necesitan en estos momentos.

Los frutos del trabajo de nuestras Hermanas de España, Portugal, Italia, Puerto Rico, Perú, Timor, Indonesia … no sólo van dirigidos al sector sanitario y de seguridad (en su mayoría), sino también a los trabajadores de los medios de comunicación que van informando desde varios barrios o pueblos pequeños y a los vendedores ambulantes que van vendiendo verduras y legumbres por las calles. Tampoco han faltado para nuestros vecinos, conocidos y bienhechores.

En los lugares donde muchas familias viven y sobreviven de su trabajo de día a día, o que ya en situaciones normales viven en precariedad, ahora con la pandemia, al no poder salir, pasan más necesidades, por eso las Hermanas se han volcado también en prepararles y llevarles comidas hechas o víveres para unos días, compartiendo de las que tenemos y de las que nos llegan de varios bienhechores.

Comunicación de varias Comunidades