Circular nº. 16

Madrid, 8 de diciembre de 2021

 “«…Virgen Inmaculada, Madre del Salvador,
los siglos hablan de tu presencia materna en apoyo del pueblo
que peregrina por las sendas de la historia.
A ti elevamos nuestra mirada
y te pedimos que nos sostengas en la lucha contra el mal
y en nuestro compromiso por el bien.»
(San Juan Pablo II)

+ María,

Mis queridas Hermanas en el Carmelo:

¡Que la gracia y la paz de Jesús Encarnado llenen nuestros corazones!

¡Ave María Purísima! ¡Sin pecado concebida! Comienzo este mensaje con un saludo Mariano expresión de nuestro amor y homenaje a la Virgen Inmaculada en la que hoy celebramos su fiesta: la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Que la belleza espiritual de María y San José, que hoy clausuramos su año, sea para nosotros una fuente viva de esperanza y de confianza que nos reafirma en el camino de la vida hacia Jesús.

En esta ocasión les quiero invitar a detenernos en algunos acontecimientos eclesiales y congregacionales que nos interpelan y tienen repercusión para nuestra vida. Primero. Nos encontramos en un momento de gracia, el Adviento, un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo, un tiempo de alegría para los cristianos, ya que estamos preparando nuestro corazón para recibir al Señor Jesucristo, un tiempo para ordenar la vida, para la reconciliación, el perdón y el abrazo fraterno.

Una vez más tenemos la oportunidad de prepararnos en arrepentimiento para la llegada del Señor que nos ama salvándonos. Para celebrar dignamente la Navidad, nuestro renacer junto a Jesús que nace, reconozcamos que todos somos vulnerables y necesitamos el perdón de Dios, que nos permite salir de nosotras mismas, de vaciarnos y liberarnos de lo que es mundano, de construir la fraternidad y comunión eclesial en nuestro entorno.

Segundo. La llamada a caminar juntos. Como bien sabemos que el 9 y 10 de octubre del presente año, el Papa Francisco dio inicio a un Camino Sinodal de tres años de duración que culminará con la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se celebrará en el año 2023. A partir de esta apertura, se empieza pues, las consultas y participaciones, diálogos y discernimientos en cada una de las diócesis del mundo, en cada continente y en la Iglesia Universal.

Las conversaciones bien llevadas son buen ejercicio de sinodalidad. Por eso, animo a las Hermanas de cada Comunidad a tomar un tiempo para conversar juntas y discernir cuál es -desde nuestra perspectiva de vida consagrada- el camino de la sinodalidad que Dios espera de la Iglesia en este momento histórico.  Les invito a participar en la consulta al Pueblo de Dios, en la medida que sea posible, por medio de la reunión comunitaria, de los grupos parroquiales, la Asamblea Diocesana…etc., rezando y reflexionando juntas sobre la pregunta fundamental de la consulta: En una Iglesia sinodal, que anuncia el Evangelio, todos “caminan juntos”: ¿cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en nuestra Iglesia local y Congregación? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro “caminar juntos”?

En este caminar juntos, el Papa Francisco nos dio tres verbos del Sínodo que son encontrar, escuchar y discernir. Estamos llamados a ser expertos en el arte del encuentro, en tomarnos tiempo para estar con el Señor y favorecer el encuentro entre nosotras. Un momento para la oración, que tanto descuidamos fácilmente por dar más atención a las obras y otros quehaceres, un tiempo para compartir y encontrarnos cara a cara sinceramente, sin prejuicios.

Un auténtico encuentro nace de la escucha con el corazón. En este caminar juntas, aprendamos a escucharnos mutuamente de la experiencia de vida y del camino espiritual, de las crisis existenciales, de las preocupaciones y de las esperanzas que tenemos. Desde el encuentro, la escucha y el diálogo sincero, se abre al discernimiento para buscar lo que Dios nos quiere decir en este momento, a quien y en qué dirección quiere orientarnos para mejorar nuestra vida comunitaria y apostólica.

Tercero. “Que mayor dicha la nuestra que dar nuestra vida por quien la dio por nosotras”. Con esta palabra de Madre Elisea, les comunico que en los pasados días 24 de julio y 30 de septiembre de 2021 respectivamente, hicieron la profesión temporal seis Novicias y la perpetua cinco Hermanas de la Vicaría “Mater el Decor Carmeli” Indonesia. El próximo 11 de diciembre de 2021, D.M. seis Novicias de la Vicaría “Fluer du Carmel” Rwanda-Burundi harán sus votos temporales. Nuestra vocación es convocación, por eso nos ayudamos mutuamente con nuestras oraciones y apoyos, para que seamos fieles a nuestros compromisos.

Termino esta carta, queridas Hermanas, con mis mejores deseos de PAZ y ALEGRIA en las Celebraciones de la NAVIDAD de Nuestro Señor Jesucristo. Entremos en el NUEVO AÑO 2022 con gran ESPERANZA y CONFIANZA al saber que Dios siempre nos acompaña en nuestro caminar juntos. No perdamos las ocasiones de crecer en las virtudes y construir la paz en nuestra vida personal, comunitaria y en nuestros ambientes. Cariñosos afectos para todas y un fraterno abrazo de la que en el Señor les quiere.

Fraternalmente en el Carmelo,