Circular nº.17

Elda, 6 de marzo de 2022

 «¡Qué grandes son, Señor, Dios mío,
los proyectos y los milagros que hiciste por nosotros!: eres incomparable.
Yo quisiera decirlos, proclamarlos;
 pero son tantos, que no pueden contarse.»
(Salmos 40, 6)

+ María,

Mis queridas Hermanas en el Carmelo:

¡Que la paz, el amor y el perdón llenen y desborden en nuestro corazón!

Cuando envío este mensaje, me encuentro de Visita Canónica en nuestra Comunidad “Santa Teresa del Niño Jesús” Elda. Durante estos días la comunidad educativa de Elda se viste de fiesta por el 131 ANIVERSARIO de nuestra Congregación con varias actividades lúdicas, la Eucaristía y el almuerzo con todo el profesorado, el personal de la administración y servicio, AMPA. Seguro que en todas las Comunidades, en nuestros centros educativos y residencias se está celebrando con el mismo entusiasmo.

Conmemoramos y celebramos esta “Semana de la Congregación” con gozo por el comienzo de la andadura de la Vida Consagrada de nuestras Hermanas Fundadoras. Esta Vida Carmelita la iniciaron con mucho amor e ilusión y, durante esos largos años la seguimos continuando hasta el día de hoy con gran esperanza, confiando que “la Providencia de Dios lo dirige todo por sus pasos sin violencias, pero con una fuerza irresistible” (Madre Elisea).

Hoy es la semana de felicitarnos. Demos gracias a Dios por el “si” de nuestras Hermanas Fundadoras, también por estos 131 años del recorrido en el seguimiento de Jesús.  Es un motivo de agradecer a Dios por esta vocación en el Carmelo que recibimos con gratitud y lo devolvemos a Dios con nuestra entrega generosa y nuestro trabajo responsable en la misión que nos han confiado.

Para que nuestra felicitación no sea una rutina anual y nuestra celebración festiva no se quede en mera fiesta, vamos a detenernos en el contenido de lo que estamos celebrando. Nos lo recuerda nuestro Papa Francisco: “Por favor, no os olvidéis de la primera vocación, la primera llamada. ¡Haced memoria! Con ese amor con el que fuisteis llamadas, el Señor hoy os sigue llamando. ¡Que no disminuya, que no disminuya esa belleza del estupor de la primera llamada!

Hermanas, con estas palabras de nuestro Pastor, os invito, a reflexionar nuestra propia consagración a Dios y a despejarnos. Para que nuestra vida y todo lo que hacemos sea creíble, nosotras debemos despojarnos del gran peligro de la mundanidad espiritual, que en cierta medida entra en nuestra vida diaria. Despojémonos de lo que no es esencial, para ir avanzando al encuentro de los demás, ya que la mundanidad engaña y nos hace mediocres. Preguntémonos pues, ¿acaso nos movemos por el espíritu del mundo?

Que Dios nos libere de una vida consagrada mundana que, centrada en sí misma, escondida en apariencias religiosas vacías que nos lleva a la vanidad, a la prepotencia, al orgullo. Sobre este peligro de la mundanidad que nos hace vivir según los criterios del mundo, todas tenemos que ir buscando qué cosa es mundana en nuestra vida ¿En qué soy mundana yo? Seamos sinceras y despertémonos, porque muchas veces las grandes infidelidades empiezan con pequeñas desviaciones o distracciones.

Sirva esta sencilla pregunta para adentrarnos en este santo tiempo de CUARESMA que estamos viviendo para nuestra renovación personal y comunitaria.  Vamos juntas a recorrer este tiempo de gracia cuaresmal que nos lleva a la pascua de Resurrección, ayudándonos por estas tres formas: intensificar la oración, cultivar el dominio de sí y compartir lo que somos haciendo el bien a nuestros hermanos.  Pidamos al Señor que nos dé espíritu de conversión y «no nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a).

Oremos por la paz del mundo, oremos  sobre todo por Ucrania que está sufriendo y viviendo momentos oscuros por la guerra. Mantengamos viva la oración incesante y la esperanza,  solidaricémonos para aliviar el dolor de nuestros hermanos Ucranianos cada una según sus posibilidades.

No cesemos de dar las gracias a Dios por su Obra, porque este año tenemos la dicha de celebrar los 75 años de vida religiosa de nuestra Hna. Mª del Carmen Valero Valero, los  50 años de vida religiosa de nuestra Hna. Mª del Carmen Gómez Díaz y los 25 años de  vida religiosa de nuestras Hermanas Domingas Quebo, Rita Carolina Capah, Mª Noelia Egilda Exposto y Mª del Carmen Galera Álvaro.  ¡FELICIDADES, Hermanas y muchas gracias por vuestra  fidelidad al Señor en nuestra Familia Religiosa! Hace años entregasteis  vuestra vida en las manos de Dios y, hoy juntas damos gracias y alabamos a Dios por vuestro “Si”, que paso a paso, el Señor hizo crecer en vuestra vida.

Que María nuestra Madre y Hermana nos siga acompañando en nuestro caminar y que Madre Elisea ruegue por cada una de nosotras. ¡FELIZ DÍA DE NUESTRA CONGREGACIÓN! Recibid un fuerte abrazo fraterno y bendiciones.

Fraternalmente en el Carmelo,