Madrid, 6 de julio de 2024
Circular Nº. 4
“«Con María, viviremos una relación filial y fraterna,
testimoniando nuestra cercanía y amor hacia Ella»”
(Direct.4)
Mis queridas Hermanas en el Carmelo:
¡Que la paz y la alegría en Jesús Resucitado abunden en nuestros corazones!
Estamos en el mes dedicado a la Santísima Madre del Carmen. Es el mes del agradecimiento a la MADRE, por los favores recibidos por su medio en nuestra vida. Como es de valiosa costumbre en nuestra Congregación, para celebrar con especial dedicación la Solemnidad de Ntra. Santísima Madre, la Virgen María del Monte Carmelo, les animo, Hermanas, a que preparemos bien con celebraciones litúrgicas, novena, retiros u otros actos religiosos. Así, a nivel personal y comunitario, podemos conocer mejor a María como persona, para apreciar su presencia en nuestras vidas y conocer sus cuidados para con nosotras. No solamente para conocerle más, sino también para amarle más a ella e imitar fielmente sus virtudes. Ciertamente, sin oración ni reflexión, esto nunca será una experiencia vivificante para nosotras.
La presencia de María junto con nuestro Padre San Elías, son esenciales en nuestra vida carmelita, ya que son modelos y figuras inspiradoras de nuestra vida consagrada. Los ejemplos de María, que escuchaba, meditaba y conservaba fielmente en su corazón los hechos y palabras del Señor (Cf. Lc 2,51), y del Profeta Elías, con su grito “Vive Dios en cuya presencia estoy” (1 Re 17,1), vivifican nuestra fe para caminar en su presencia, en la entrega generosa de nosotras mismas.
Les comunico, Hermanas que EL OBJETIVO de nuestra Programación General del curso 2024-2025 es “revitalizar una formación integral y cualificada, para vivir los consejos evangélicos y poder responder a nuestra misión profética y evangelización de todos los pueblos”. Por ello, ponemos nuestra atención a la FORMACIÓN y que no nos dispersemos en el activismo o solamente al trabajo. Para que juntas, nos centremos de nuevo en Cristo y volvamos a lo esencial de nuestra vocación religiosa: a la vivencia de los votos, a la oración, a la vida fraterna en comunidad y al servicio desde la comunidad.
Los votos son principalmente una experiencia de desarrollo. Ninguna de nosotras los vivimos perfectamente. Cada etapa de nuestra vida nos da la oportunidad para experimentar los votos de una forma diferente y más profunda, y así, dar un testimonio de la gracia, la compasión y la misericordia de Dios.
En correlación con la vivencia de los votos, les quiero compartir lo que se profundizó en la XXX Asamblea General de la CONFER celebrada en Madrid, el 21-23 de mayo del 2024 con el lema: “¿Quién manda, aquí? Corresponsabilidad y Obediencia”. Tres ideas que nos pueden ayudar a revisar nuestra vivencia de los votos que prometemos a Dios:
•Ante los retos de la vivencia de los votos, nos invita a seguir releyendo nuestro voto de obediencia. Como en todo grupo humano, necesitamos una figura de autoridad. La autoridad en la Vida Religiosa está al servicio de la misión. No es posible ejercer el servicio de autoridad en bien de las hermanas sin despertar en los miembros de la comunidad una verdadera corresponsabilidad.
•La verdadera obediencia exige la convicción y tiene sentido desde la fraternidad y el cariño mutuo y, a partir de allí, nace la disponibilidad. La obediencia y la autoridad tiene que ver con la relación y la escucha. La obediencia que brota de una autoridad corresponsable nos lleva a servir más y mejor a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Nuestra forma de vivir está influenciada por la cultura y la sociedad, y eso repercute nuestra manera de vivir la obediencia y la autoridad.
•La sociedad identifica más la Vida Religiosa con los buenos servicios que hacemos y no tanto con lo que somos y queremos vivir. Los valores del mundo invaden de tal manera en nuestra vida consagrada, debilita y desfigura el ideal que queremos ser. Muchos de nuestros contemporáneos desconocen lo esencial de nuestra vocación y nuestro estilo de vida. Quizá nuestro “estar” en el mundo tampoco integra lo que la sociedad pide o espera. Entonces, ¿Qué Vida Religiosa queremos ofrecer para el mundo de hoy?
En este mes dedicado de modo especial a reavivar nuestra identidad Carmelita, pedimos la intercesión de María y Elías, que nos ayuden a vivir mejor nuestra consagración religiosa, que centrada en Cristo, sea capaz de testimoniar el amor.
Con el verano llega el momento de recuperar fuerzas para servir mejor y cultivar nuestra capacidad de ser rostros de la Luz. ¡Les deseo, paz y gozo en estos días de vacaciones y de renovación espiritual! FELICES DÍAS de LA MADRE DEL CARMELO y de SAN ELÍAS para todas.
Fraternalmente en el Carmelo,
Merry Teresa Sri Rejeki, H.Carm
Superiora General