Crónica 5

El día 22 de julio el P. Alphonsus Tjatur Raharso, nos ayuda a “Redescubrir el sentido de la disciplina en nuestro compromiso de consagradas” (Normativa canónica y praxis del Discaterio).

Una crisis de fidelidad se cierne no solo sobre la vida religiosa, sino también sobre el matrimonio y el sacerdocio. La crisis de lealtad al compromiso y al código de ética también azota la vida de sociedad civil: políticos, líderes estatales, administradores de gobierno, profesionales… necesitamos encontrar y estudiar las causas hasta la raíz, tanto los factores externos (cultura y mentalidad de la época) como los factores internos (uno mismo y la comunidad). Además, necesitamos explorar nuevamente las fuentes de la fidelidad en la fe, la esperanza y el amor.

En toda institución, la disciplina está determinada por la obediencia o lealtad de cada uno de sus miembros a las reglas de vida. Si no hay disciplina la comunidad se dispersa. Por tanto, si hablamos de disciplina eclesiástica, debemos hablar de obediencia. Los votos de castidad y pobreza se mantienen y se cumplen bien gracias a la lealtad y obediencia que hay en los religiosos/as.

La obediencia es un don del Espíritu Santo. La vida de Jesús desde los años de silencio en Nazaret hasta su muerte en la Cruz fue una forma de vida donde caracterizó su escucha y obediencia al Padre “No se haga mi voluntad, sino la Tuya”.

Los/as religiosos/as estamos obligados por los tres votos evangélicos (Castidad, pobreza y obediencia). De los tres se puede decir que la obediencia es una virtud básica para que el religioso/a pueda vivir los otros dos votos: obediencia a un modo de vida puro y obediencia a un modo de vida pobre.

Después de toda la exposición del tema, pasamos a compartir en grupos dos preguntas que nos ayudaron a conocernos un poco más y a descubrir cómo nuestras respuestas se asemejaban, a pesar de que cada una había vivido experiencias distintas. Las preguntas fueron:

  • ¿Qué y quién me han ayudado en mi vida religiosa hasta ahora?
  • La fidelidad y la obediencia se ejerce en el sufrimiento y en la experiencia dolorosa ¿Cuál ha sido la experiencia que más ha puesto a prueba mi vocación?

Todas nos hemos sentido muy cuestionadas y nos volvemos a plantear nuestra fidelidad al Señor a través de los Votos.