Los días 28 y 29 de julio, tuvimos la suerte de compartir los conocimientos y la vida del P. Salvador Villota Herrera, O. Carm (ACV). El cual partiendo de la premisa de la Regla “Vivir en obsequio de Jesucristo” desarrolló el tema “Llamada, seguimiento y fidelidad a los votos”.
Primeramente planteó el pecado de idolatría que alimenta innumerables angustias y frustraciones humanas. La idolatría destruye comunidades, nuestros trabajos y nos aleja de Dios, que el único digno de adoración y capaz de satisfacer nuestras necesidades más profundas y otorgarnos la alegría y la paz que buscamos.
Nos lazó la pregunta: ¿qué es un ídolo? Y nos responde “cuando sentimos incertidumbre en nuestra vida o nuestros deseos no se cumplen, es fácil querer suplir y satisfacer con cosas temporales el vacío y las inquietudes que todo ello nos genera”. A continuación, nos expuso algunos ejemplos de ídolos:
- Yo (autosuficiencia). El “ego” es algo que pretende tomar continuamente el centro de nuestro existir. Todo lo filtramos a través de la lente de cómo nos afectan las cosas. Es la soberbia la que gobierna nuestro ser.
- Los ídolos surgen, a menudo, de cosas buenas y necesarias que Dios nos proporciona para que no carezcamos de lo esencial, el problema es que nosotros depositemos nuestro corazón en esas cosas.
- La afectividad y la aprobación. La dificultad surge cuando situamos nuestro deseo de ser queridos y reconocidos por encima de nuestra relación con Dios. Nos pesa más el qué dirán que la voluntad de Dios.
- Relaciones con los demás. Vivir en castidad es una obra de Dios en nosotros, y a veces puede ser un combate duro. Por eso tenemos que estar unidas a Jesucristo para que las relaciones sean sanas.
- Éxito. Queremos alcanzar el respeto, admiración y aplausos. Dios mide el éxito en base a obedecerle y hacer su voluntad.
- Riqueza y consumismo desmesurado. Frente al consumismo está el Dios de la pobreza. Jesús es para nosotras la “perla preciosa”. Todo lo demás delante de Él no vale nada.
- Detrás de la salud está el ídolo del yo. ¿En qué pensamos más en nuestra salud, peso, bienestar o en Jesús?
- Hay muchas clases de gula, por ejemplo, comer solo lo que me gusta. El ayuno es importante para mantener a raya nuestra voluntad.
- Es buena, pero se desvirtúa transformarse en orgullo, presunción, querer conocer más para estar por encima de los demás. Considerar a los demás inferiores a nosotros.
- Domina la pereza, la ley del mínimo esfuerzo. Esto puede convertirse en un obstáculo para ayudar a los demás. Un vicio que se está dando es “engancharnos” en la televisión.
De todo esto hicimos trabajo de grupo, compartiendo los ídolos que descubríamos en nuestras vidas, comunidad, vicaría y Congregación. Llamó la atención y nos hizo cuestionarnos en la puesta en común la coincidencia de ídolos a esos niveles, destacando el ídolo del éxito, comodidad, seguridad e individualismo.
Las siguientes ponencias trataron de los votos, “un corazón desprendido, ¿ser pobre?” relacionando la pobreza con vivir el momento presente, nuestro hoy. “La soberbia: ¿obediencia?” la soberbia es la causa fundamental de nuestra desobediencia. Y hay que poner nombre concreto a las cadenas que nos atan para poder superarlas. “La pureza de corazón: camino de castidad” el voto de castidad lo hacemos porque hemos experimentado el amor de Dios y nos sentimos enamoradas. Nuestra principal tarea mantener nuestro corazón puro.
Estos temas nos interpelaron a todas, y corazón se enriqueció con grandes deseos de ser fieles a nuestra Consagración al Señor.