Discernimiento

Día 11

El 11 de junio de 2019 comenzamos nuestra jornada a las 7:30 horas, con el rezo de Laudes y la Eucaristía. Nos reunimos en el Salón a las 10:30 horas para dar inicio a la exposición de la Hna. María del Carmen Hernández Belmonte. Nos motivó a orar con el canto: El Verbo se hizo carne, el Verbo se hizo pan (Verbum Panis).

El tema a desarrollar fue “DISCERNIR PARA ENCARNARSE”. EL objetivo es la búsqueda de la voluntad de Dios para hacer lo que le agrada. La finalidad es que todos los hombres conozcan el Evangelio, se conviertan a Cristo y vivan como hermanos. ¿Vivimos como hijos de Dios? ¿Los siento como hermano/a? Debemos tratarlo con dignidad, el otro es mi hermano/a.

Hna. María del Carmen leyó el Art. 8 de Directorio. Al discernir hay que distinguir el fin de los medios. El fin es la búsqueda de la voluntad de Dios. Los medios son los que se disciernen. Los documentos de la Congregación que nos pueden ayudar son el Plan y Proyecto Comunitario, Presupuesto Comunitario, y Actividades apostólicas.

El discernimiento va al corazón. Hay que purificar el corazón. ¿Qué hay en mi corazón que está desordenado? Confrontar nuestros sentimientos con los de Cristo. Las afecciones desordenadas nos impiden discernir las voluntad de Dios.

Desarrolló el tema con un guión básico para el Discernimiento.

DISCERNIMIENTO  PERSONAL  Y COMUNITARIO

FUNDAMENTOS

1.- RECOMENDACIONES  PREVIAS – tomar en cuenta la madurez  humana (nunca la vamos a alcanzar pero por menos sentimientos estables), autoconocimiento, asumir las limitaciones personales y comunitarias, dones personales y comunitarios, libertad (sobre todo interior), Historia y Carisma (discernir según el Carisma Congregacional y los valores Carmelitas), el Proyecto comunitario , reconciliación con los hermanos, imagen de Dios, actitud orante, Palabra de Jesús influyente, fidelidad  y apertura al  Evangelio, y buscar por encima de todo la voluntad de Dios.

ACTITUDES FACILITADORAS

Deseos de buscar juntos  la voluntad de Dios; Sintonía vital con los  sentimientos de Cristo; Vulnerabilidad frente a los hermanos; Transformación  personal; Confianza en el otro; Silencio  interior.

OBJETIVOS DEL DISCERNIMIENTO

Buscar  por encima de todo la voluntad de Dios; Tomar conciencia de la cuestión comunitaria; Buscar la unanimidad, el consenso y pluralism; Estar al servicio  del bien común.

METODOLOGIA

  • Un moderador
  • Transformación  y conversión
  • Clarificación

ANALISIS DE LA  REALIDAD

  • La  vida concreta de las Hermanas
  • Inserción en la realidad
  • Inculturación
  • Información
  • Estudio de los problemas:   causas, efectos, soluciones.

2.- TIEMPO  VALORATIVO

  • TRES  PASOS:

– Situar el tema en la perspectiva histórico social

– Reflexión personal sobre las condiciones

– Comunicación de reacciones espirituales: luces, sentimientos, actitudes

3.- ELECCIÓN

4.- CONFIRMACIÓN

HERRAMIENTAS

Relativizar las mediaciones; Oración; Eucaristía y Sacramentos; Dones; Signos de los tiempos; Uso sencillo de medios teológicos, culturales, intelectuales.

SIGNOS DE LOS TIEMPOS

Sintonía con el Evangelio
Espíritu apostólico
Se acopla a mis tendencias más profundas
Me libera interiormente
Me abre a los demás
Paz profunda.
Esperanza
Unión de ánimos a pesar de las diferencias

DIFICULTADES

Actitudes agresivas; Murmuración; Campañas o candidaturas; Desánimo; Pensamiento dominante; Evasión; Espiritualismo; Creernos autónomos para interpretar la voluntad de Dios; Buscar certezas    y seguridad; Heridas; Conflicto interior; Deseos, apegos, miedos; Afectos; Prejuicios; Falta de madurez; Falta de comunicación; Conflicto personal con algún miembro de la comunidad.

¿QUE ES EL DISCERNIMIENTO?

Es la capacidad para percibir, identificar y valorar las reacciones interiores, mociones. Es el esfuerzo por ser conscientes e interpretar la actividad afectiva y emocional que desata dentro de cada uno como fruto de la propia historia.

REGLAS PARA DISCERNIR

Dios y nuestras fuerzas interiores actúan de manera muy diferente en unos y otros. Desarrollar la capacidad de discernir significa aprender a no perder de vista estas variaciones de mi mundo afectivo. Identificar los sentimientos buenos y darles cabida en mí, distinguir los malos y rechazarlos.

Bueno y malo en este contexto no son calificativos morales, sino que se refieren a la fuente de donde proceden estas variaciones las buenas vienen de Dios y las malas del inconsciente.

1. EL  DINAMISMO DE LA EXISTENCIA CRISTIANA

EL DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL en el dinamismo de la experiencia cristiana, nace de la experiencia de su vida de fe en: Cristo, Mundo e Iglesia.

Pero lo que es bueno para unos no lo es para otros. He ahí el problema ¿Cómo reconocer los signos de Dios en una determinada situación y sobre todo frente a ciertas opciones?

El Bautismo hace pasar de una existencia de tinieblas a una existencia de luz, que impone el paso de la muerta al pecado a la vida nueva en Cristo convertido en la luz, el cristiano debe caminar como hijo de la luz. El discernimiento impone como una constante en la vida del cristiano.

2. EL DISCERNIMIENTO ENTRE TENSIONES Y LAS AMBIGUEDADES DE LA EXISTENCIA

Así pues para que la existencia cristiana pueda desarrollarse en su autenticidad es necesario una continua confrontación: entre los impulsos y la guía de Dios. No es fácil distinguir entre la acción del Espíritu de Dios, la del Espíritu humano y la del Espíritu malo.

Pablo dice que si mediante el Espíritu, damos muerte a las acciones pecaminosas de nuestro yo, viviremos. En efecto cuantos son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.  Para S. Pablo el discernimiento es parte imprescindible de la búsqueda   dinámica de la autenticidad cristiana por lo cual es preciso mantenerlo siempre en acción. El cristiano no puede conformarse según el mundo debe superarlo aunque sea la prueba y en la aflicción.

Hay que distinguir las mociones que llevan la impronta del Espíritu Santo, todo cristiano que haya experimentado “el espíritu” ha de habituarse a esa percepción spiritual, a esa finura del Espíritu que le mantiene en su identidad.

CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO SEGÚN SAN PABLO

Criterios seguros que determinan que la inspiración viene efectivamente de Dios:

Los frutos; La comunión ecclesial; La fuerza en la debilidad; La inmediatez de Dios; La luz y la paz; La comunión fraternal; ¡Jesús es el Señor!

DISCERNIMIENTO PERSONAL: ITINERARIO

  1. Conquistar la libertad interior
  2. Escucha de la palabra y compromisos dinámicos
  3. Prontitud para el cambio

El discernimiento supone la prontitud para cuestionarse frente a la interpelación de la Palabra de Dios y estar dispuesto a cambiar lo que sea, en la vida personal, social, y comunitaria.

Solo Dios es absoluto e inmutable, la indiferencia es la actitud positiva consistente en optar por Dios y su plan sobre nosotros.

Hay que dejarse llevar por el Espíritu que es fuente perenne de novedad y creatividad. Renunciar al cambio es cerrarse   a la novedad del Espíritu.

LA EXPERIENCIA DE CONSOLACIONES Y DESOLACIONES:

QUE ES LA CONSOLACIÓN: moción interior, aumento de esperanza, caridad y fe, alegría, interna que llama y atrae a las cosas celestiales y a la propia salud de su alma.  Es un regalo de Dios que nos hace para centrarnos enteramente en Él. No es un sentimiento.   Puede ir acompañada de sentimientos positivos o negativos, alegres y dichosos, tristes o dolorosos.

Es un gozo interno que nos llama y atrae lo que es de Dios. Podemos pedir esta gracia, pero no está en nuestras manos alcanzarla. Sólo Dios puede concederla. Cuando la consolación espiritual acompaña a sentimientos positivos, uno se siente bien, alegre, contento, en interna armonía con todo sin temor ni dificultad alguna. Nos lleva a comportarnos con alegría sinceridad y amabilidad. Produce en nosotros   gratitud y humildad.

La consolación que acompaña sentimientos negativos se suele dar en situaciones de arrepentimiento, de conciencia de los sufrimientos de Jesús, de los males propios o de los demás. Estos sentimientos no nos llevan a la desesperación o el disgusto sino que nos hacen crecer en amor y compasión. Este tipo de consolación se experimenta en tiempos de prueba cuando uno encuentra una cruz en su camino y la acepta como enviada de Dios.

La consolación va asociada a la vivencia interna de la presencia o cercanía de Dios

QUE ES DESOLACIÓN: Turbación, moción hacia las cosas bajas y terrenas, inquietud, tentaciones que mueven a desconfianza sin amor. El movimiento es siempre hacia sí mismo, puede hacerse presente acompañada de sentimientos positivos o negativos.

La desolación espiritual con sentimientos positivos es aquella en la que la persona se siente bien. Se encuentra en una situación agradable de seguridad y bienestar, autonomía. Hace de los sentimientos un fin en sí, se complace en ellos se encierra en ellos y no se abre a Dios. Aquí están agazapadas una ilusión y una falsedad, una clara actitud de engreimiento y autosuficiencia que siempre acaba en orgullo.

Estamos en desolación espiritual con sentimientos negativos cuando uno se siente sin fuerzas y hundido, sin salida ni horizonte. Este sentimiento  viene acompañado de un sentimiento de fracaso, de angustia, de reto que se presenta como una cruz, como una segura derrota, otros puede ser la desesperanza , la turbación, la duda , el pesimismo  y una pérdida o disminución de la autoestima.

La desolación es dolorosa, destructiva, pero si se sabe cómo reaccionar ante ella acaba por ayudarme a crecer espiritualmente.

REMEDIOS: En tiempos de desolación no hacer mudanza; Insistir en la oración y disciplina; Confía en Dios; Ten paciencia.

Dios permite la desolación para acrisolarnos, para purificarnos y hacernos más resistentes. La desolación nos hace conocernos mejor.

Al final, Hna. María del Carmen Hernández nos leyó un cuento: Maestro: ¿Qué es el discernimiento? Es un don y solo se discierne con el don de Temor de Dios, con humildad, respeto, no damos “aquello” sin antes consultar con Él.

En la sesión de la tarde nos reunimos a las 16:30 horas, para continuar con el tema de la experiencia de consolaciones y desolaciones.

COMO REACCIONAR: Cuando te sientes firme en la fe, alegre y confiado ante el futuro, generoso y apasionado en el amor, evoca por dónde te suele atacar la desolación cuando se apodera de tu vida de manera que cuando aparezca no te pille por sorpresa.

CUANDO ESTÉS EN CONSOLACIÓN: Recuerda quién eres; Sé humilde; Recuerda de que poco eres capaz cuando estás desolado; Lo débil que eres cuando te falta la gracia de Dios.

CONTRA LA DESOLACIÓN Y LA TENTACIÓN – Afronta la tentación con valentía y haz justamente lo contrario de lo que te invita a hacer. Exponer de viva voz lo que me está sucediendo. Buscar consejo. Sacarlo a la luz.

ENGAÑOS: Dios se comunica a través de los afectos, por la puerta de nuestros sentidos, por medio de los cuales percibimos toda la realidad. Todo aquello que nos mueve a tomar decisiones en un sentido o en otro especialmente las ideas deslumbrantes y las fuertes experiencias afectivas, han de someterse sin darnos cuenta y hacernos creer que estamos ante una sugerencia divina cuando se trata de una engañifa de nuestro egoísmo.

DISCERNIMIENTO COMUNITARIO

Un grupo de personas unidas por un vínculo particular, puede ser una comunidad religiosa o un grupo de oración: sobre todo si se tienen que tomar opciones, en su modo de vivir, la fe y comprometerse con la Iglesia y la sociedad.

SUS FUNDAMENTOS

  • Cada miembro del grupo debe haber tenido la experiencia del discernimiento personal.
  • Experiencia comunitaria de fe, es una acto de abandono, de escucha, de confianza en Dios que guía a las personas, a los grupos y la historia
  • El grupo debe abrirse al Espíritu Santo, esto requiere la purificación del corazón y de las intenciones y una profunda conversión a Cristo y su Evangelio.
  • La oración crea un clima de discernimiento.

CONDICIONES PSICOLÓGICAS-ESPIRITUALES

Propósito inicial debe ser el de buscar y encontrar la voluntad de Dios. Ha de aceptarse al plan salvífico que Dios tiene sobre la comunidad, sobre la Iglesia y el mundo. Es contraria la actitud del que quiere hacer prevalecer su parecer dentro del grupo. La confirmación que viene del mismo Espíritu Santo el cual infunde un aumento de fe, esperanza y caridad.

ETAPAS DEL DISCERNIMIENTO COMUNITARIO

  • Vivificar en el grupo un clima de fe, de escucha de Dios y de los otros, de disponibilidad y de oración.
  • Precisar con exactitud el tema que ha de ser objeto de discernimiento.
  • Comenzar con un tiempo de oración personal, para ponerse a la escucha de Dios, sobre el tema que nos ocupa.
  • Reunión de “escucha” en el cual cada uno puede expresar lo que ha experimentado en la oración.
  • Puede dedicarse a otro tiempo de oración personal para pedir al Señor discernimiento sobre motivos en favor o en contra del tema que se trata.
  • Cuando el discernimiento llega a un punto de maduración suficiente se pasa a la fase deliberativa.
  • Por último sigue la confirmación de la decisión tomada, que se manifiesta a varios niveles: en la comunidad religiosa es el Superior el cual toma la decisión.

Condición importante es la aceptación de que los demás nos cuestionen, así como Dios a través de los mismos. Renunciar a la autosuficiencia, a la pretensión de conocer en solitario la voluntad de Dios.

Condición importante es de dar cabida a los demás en uno mismo, en los propios puntos de vista y convicciones. Que el grupo no se sienta encerrado en sí mismo sino parte de otras comunidades y de la Iglesia entera.

Tuvimos receso para merienda y nos reunimos nuevamente a las 18:00 horas.

LA ESPIRITUALIDAD DEL DISCERNIMIENTO

Ser la luz y la voz de Dios en el mundo y para el mundo, Dios que nos ha dado una misión, sabe mejor que nosotros lo que nos hace falta y Él sabe más que nadie lo que los demás necesitan de nosotros. Es Él quien puede iluminarnos y guiarnos, pero no sólo para tomar decisiones que tienen que ver con nuestro camino espiritual individual, sino también para transformar la historia.

El discernimiento implica una mirada espiritual sobre la realidad. Nos exige orar con la cultura de la sociedad donde vivimos y con los hechos que están sucediendo, para reconocer los signos de los tiempos, las semillas que está sembrando el Espíritu, los llamados de Dios y su designio en esta situación histórica concreta.

La Espiritualidad cristiana, centrada en el amor, se manifiesta también en esta sensibilidad espiritual ante el otro, no sólo para descubrir lo que necesita, sino también lo que no conviene hacer.

Finalizó su ponencia con la Lectura de Emaús, Lucas 24, 13 – 35, como preparacion a la reflexión del día siguiente.

La jornada del día terminó con el rezo de Vísperas a las 20:15 horas.

Día 12

Hoy 12 de junio de 2019 iniciamos nuestro día con el rezo de Laudes y la Eucaristía. A las 10:30 horas nos reunimos en el Salón para continuar con el tema DISCERNIR PARA ENCARNARSE. La Hna. María del C. Hernández nos invitó a reflexionar con el canto “Porque es tarde Dios mío” (Glenda). Leyó el texto de los discípulos de Emaús, Lucas 24, 13 – 35. Nos expresó que ha querido empezar con estos versículos entresacados de la lectura del Evangelio porque me parecen muy sugerentes para enmarcar el tema. La última frase “Lo reconocieron al partir el pan”, me sugiere una serie de preguntas, de planteamientos, de cuestiones acerca de nuestra vida consagrada.

¿Cómo nos reconocen? ¿En qué nos reconocen? ¿Cómo vivir para que nos reconozcan “al partir el pan”? ¿Cómo ser con nuestras vidas signos y testigos de la Presencia del Reino? Primero como cristianas, después como personas que hemos hecho una opción concreta, de seguimiento a Jesús, intentando reproducir su estilo de vida virginal, queriendo ser presencia de su Reino en este mundo que a menudo quiere ignorar su Presencia.

DISCERNIR PARA ENCARNARSE

Sólo desde un discernimiento, desde una confrontación de nuestra vida día a día con la Palabra de Dios, sólo desde ahí nuestra Vida Consagrada adquiere fuerza, sentido, valor, y puede llegar a ser significativa y creíble. Este discernimiento se hace en comunión con la Iglesia y conforme a nuestro Instituto. Discernir para encarnarse, para ser signos de su Presencia, para testimoniar con nuestras vidas el Amor que Dios nos tiene.

ESPIRITUALIDAD DEL DISCERNIMIENTO EN EL VOTO DE OBEDIENCIA

“Mientras hablaban y se hacían preguntas… les explicó las Escrituras…” Recordando el texto, los discípulos de Jesús no entendían lo que acababan de vivir; todo parecía haberse venido abajo; estaban perdiendo la esperanza y la fe. Y Jesús les sale al encuentro y les instruye en el arte del discernimiento:

En el arte de la apertura de sus vidas a la Palabra. Les instruye en el arte del dejarse llevar por el Espíritu. Les invita a obedecer la Palabra. Obediencia es dejar que el Señor conduzca mi vida, aceptando las mediaciones qué pone en el camino.

A veces nos sentimos agobiadas, perdidas, con poco sentido de la vida… Nos falta discernir la vida con la PALABRA. El discernimiento se convierte en el espacio donde descubrimos la relación con Dios como una experiencia de libertad.

Leímos el Artículo 24 de Constituciones y comentamos sobre la belleza liberadora de una dependencia filial en el Voto de Obediencia.

Jesús les invita, nos invita como caminantes en la Vida Consagrada, sumergidas en el camino de Emaús:

  • Nos invita a desarrollar la espiritualidad del discernimiento, de la escucha comprensiva y confrontada de la Palabra.
  • Nos invita a la búsqueda de la voluntad de Dios en nuestras vidas en la tarea de vivir reproduciendo sus palabras, sus miradas, sus gestos, sus actitudes en nuestra vida cotidiana, haciendo, como dijo alguien, ‘lo ordinario de manera extraordinaria’.
  • Vivir la Espiritualidad del Discernimiento, como apertura al Espíritu, requiere de una purificación del corazón, de nuestras actitudes, acciones e intenciones, requiere un volver la mirada hacia Dios permanentemente para que sea su Palabra la que vaya orientando nuestros pasos.

Luego del receso para merienda, comenzamos a las 12:00 horas. Se leyó el Artículo 11 del Capítulo II de Directorio y comentamos sobre el mismo.

El discernimiento implica salir de nosotras mismas, para adentrarnos en la comunión con Dios y llegar a una identificación entre Su Deseo y nuestro deseo, de modo que esta disposición del corazón llegue a ser nuestra actitud vital, fruto del descubrimiento de Dios como el centro de nuestra vida.

El discernimiento requiere una actitud de escucha atenta de la Palabra, permaneciendo continuamente abiertos a Ella, en disponibilidad, en fidelidad creativa, en obediencia activa, para atestiguar la relación de filiación, asumiendo la voluntad de Dios como nuestro alimento cotidiano… (VC 91)

Obediencia, es no dejarnos conducir sólo por nuestra manera de ver las cosas. Se hace necesario dejarse conducir, dejarse guiar y orientar, dejarse acompañar.

La Obediencia consagrada es una actitud permanente de disponibilidad total a la voluntad del Padre, para realizar la misión que nos ha encomendado, mirando a Cristo y dejándonos conducir por el Espíritu. “Mientras hablaban y se hacían preguntas… les explicó las Escrituras…”

Hna. María del Carmen Hernández comenzó la exposición del tema:

ESPIRITUALIDAD DEL DISCERNIMIENTO EN EL VOTO DE POBREZA

 “Se acercó y se puso a caminar con ellos… entró para quedarse con ellos…”

Jesús se acercó a compartir el camino, quiso caminar con ellos, por sus senderos… Jesús quiso entrar en su mundo de dudas e incomprensiones, de ilusión y desaliento.. Se acercó, recorrió la distancia que les separaba. Hay que hacer camino para llegar a los demás. ¿A qué distancia estamos unos/as de otros/as?

Jesús aceptó su invitación, entró para quedarse con ellos, para acompañarles en su recorrido de fe, para acabar de disipar sus dudas. Acogió su necesidad de comprensión.

LA ESPIRITUALIDAD DE LA ENCARNACIÓN: hacerse semejante, hacerse ‘uno más’, vivir en comunión afectiva con los otros/as, desde la disponibilidad y la apertura al diálogo con la realidad que nos envuelve, desde la pobreza, de la pequeñez, desde el compartir la vida, lo que se es y lo que se tiene. Una espiritualidad, que a la Vida Consagrada, nos empuja a vivir desde nuestro voto de pobreza: con una apertura real y efectiva al mundo en el que vivimos, al ambiente en el que nos movemos, al lugar en el que está enclavada la sociedad.

La Espiritualidad de Encarnación nos urge a vivir nuestra consagración sin ser indiferentes a la realidad social en que estamos inmersos. Nos impulsa a un descenso hasta la sociedad humilde, pobre, carente, para comunicarle la Encarnación de Dios.

Nos lleva a asumir la pobreza e indigencia de los que carecen de lo necesario para vivir (y entiendo esta necesidad no como algo meramente material; hay pobreza de cultura, de dignidad, de valores, de afectos, de ser comprendido, acogido, apreciado, hay pobreza de amor); nos lleva a hacernos semejantes a ellos.

La pobreza consagrada consiste en poner nuestra esperanza y seguridad en Dios, nuestra verdadera riqueza, con disponibilidad total, en actitud de amor y servicio a los hermanos y de libertad para el recto uso de los bienes. “Se acercó y se puso a caminar con ellos… entró para quedarse con ellos”…

Leímos el Artículo 17 de Constituciones sobre el Voto de Pobreza y compartimos.

En la sesión de la tarde a la 16:30 horas, comenzamos con la canción “Tengo sed de ti”. Hna. María del Carmen Hernández comenzó la exposoición del tema:

ESPIRITUALIDAD DEL COMPROMISO: CASTIDAD

Lo reconocieron por sus gestos y algo cambió en ellos; percibieron la fuerza de la Resurrección de Jesús, y ellos mismo resucitaron, abrieron sus ojos a la Vida, a la Verdad, al Amor. Regresaron a Jerusalén:

  • Cuando han experimentado que el amor es más fuerte que la muerte, porque el miedo ha dado paso al valor, la muerte de Jesús al gozo de la Resurrección
  • Cuando son capaces de abrirse a la fuerza transformadora del amor que les conduce al compromiso evangelizador, al anuncio gozoso con sus vidas de la Resurrección.
  • Cuando se comprometen al amor universal, a vivir su espiritualidad desde el compromiso, desde la donación de si mismos.
  • Regresan llenos de valor, iluminados por la fuerza de la Resurrección, para contar lo que les había ocurrido, cómo Jesús les había salido al encuentro y les había acompañado al discernir la Palabra, cómo había compartido con ellos el cansancio del camino, la hospitalidad, la mesa, el gesto de partir el pan.

Vivir la Espiritualidad del Compromiso es vivir desde la decisión libre de colaborar con los planes y proyectos de Dios; de optar por la justicia y el amor universales.

Implica vivir desde la castidad de un corazón libre de apegos y pertenencias ajenas al proyecto del Reino, como consecuencia de la experiencia en nuestras vidas de la gratuidad del amor de Dios, desde la gratuidad de la salvación, desde el amor radical.

Es testimoniar la fuerza del amor de Dios en la fragilidad de la condición humana, desde la vivencia de nuestro voto de castidad, comprometiéndonos al amor radical y universal, desde una experiencia de alegría y libertad (VC 88).

La Castidad consagrada es un don del Espíritu que libera nuestro corazón, nos llena de su amor y nos dispone al amor universal.

Leímos el Artículo 13 de Constituciones y el Artículo 9 de Directorio sobre el Voto de Castidad y compartimos.

“Se pusieron en camino… contaban lo que les había ocurrido”.

CONCLUSIÓN: EL ARDOR DE LA CONSAGRACIÓN

“¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino?…”

Jesús les había ido instruyendo en las leyes del amor, de la opción radical por el Reino, les había ido preparando para que Dios fuese el centro de sus vidas, para que por El fueran capaces de dejarlo todo. Jesús había dado sentido a sus vidas. De nuevo surgió en ellos la urgencia de: la misión, del anuncio, de la vivencia, de la experiencia de la comunidad. Despertó en ellos el apremio por compartir, por orar y discernir la Palabra. Renació en ellos el ardor de la entrega al servicio del Reino.

Esa es la invitación que se nos hace hoy a la Vida Consagrada: enardecer nuestro corazón porque Jesús nos ha salido al encuentro en el camino, nos ha explicado las Escrituras, se ha sentado a nuestra mesa y nos ha enviado a testimoniar con nuestras vidas el Reino.

Y ¿cómo vivir para que nos reconozcan al partir el pan?

  • Descubriendo a Jesús en el camino de la vida: en nuestro peregrinaje hacia Emaús,  en nuestras huidas del dolor, del sufrimiento, de la incomprensión que a veces nos rodea, pero también dejando la puerta abierta a la esperanza.
  • Dejando que Jesús nos explique las Escrituras, nos enseñe que Dios tiene sus planes para cada uno.
  • Discerniendo a la luz de la Palabra de Dios nuestras opciones, nuestras decisiones, nuestras presencias, nuestras lecturas de la realidad.
  • Discerniendo también nuestras actitudes, nuestros gestos, nuestras miradas, nuestras palabras.
  • Abriendo las puertas de nuestro corazón a cuantas personas vengan en busca de un poco de paz, de esperanza, de sosiego, buscando un sentido para sus vidas.
  • Compartiendo nuestro pan (nuestra vida) con los hambrientos (de pan, de amor, de Dios), caminando con los que viven en los márgenes de la historia.
  • Abriéndonos al amor gratuito y desinteresado, al amor que compromete nuestra existencia en favor de la solidaridad al servicio del Reino.
  • Viviendo nuestros votos desde la plenitud de la Consagración, desde el dejarnos poseer por Dios en plenitud.

Sólo se puede comprender la identidad de la persona consagrada a partir de la totalidad de su entrega.

“¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino?…”

Nuestro corazón arderá cuando vivamos nuestra existencia desde la experiencia del amor gratuito de Dios hacia nosotros; cuando amemos a Cristo con todas nuestras capacidades, de tal modo que nos dejemos configurar por El y así puedan decir que en nosotros le han reconocido al partir el pan… Por puro amor y gratuidad, el Señor, nos ha consagrado.

Imitemos a María que aunque no entendía nada, supo discernir, encarnarse en la historia y aceptar con su fiat, “Hágase en mí”.

Hna. María del Carmen Hernández nos entregó unas preguntas para reflexión personal, las cuales después compartimos.

Terminamos nuestra jornada con el rezo de Vísperas a las 8:15 horas.