Hna. Antonia Marín Salguero

Madrid, 10 de Octubre de 2011

 

“…es voluntad de vuestro Padre del cielo que no se pierda ni uno de esos pequeños.” (Mt 18,14)


Queridas Hermanas:

Os comunicamos que el miércoles, 5 de Octubre, primer día de Témporas de Acción de Gracias y de petición, sobre las 2 de la madrugada, desde la Comunidad de San Juan- Residencia, nos dejó para marchar al Padre nuestra Hermana

ANTONIA MARIN SALGUERO

Bien podríamos, al igual que nos dice la antífona de entrada de la celebración de este día 5, dar gracias por todos los beneficios que nos da Dios, en nombre de Jesucristo, nuestro Señor, y entre ellos, el tiempo que nos ha concedido a nuestra querida Hermana, que nació en Cheles (Badajoz) el día 13 de Noviembre de 1936. Hija de Andrés y de Ana, era la menor de 4 hermanos. Fue bautizada en la Parroquia Ntra. Sra. de la Concepción de su pueblo el 25 de Diciembre del mismo año, con el nombre de Antonia. En la misma parroquia fue confirmada el 2 de Diciembre de 1956.

Inició el Postulantado en la Congregación el 18 de Junio de 1970 en Casa Madre, Orihuela. En la misma Casa, inició el noviciado el 12 de Abril de 1971 y emitió su primera Profesión el 1 de Mayo de 1973. Su Profesión Perpetua, también fue en Casa Madre, el 9 de Septiembre de 1979, y en el mismo lugar, celebró el 11 de Julio de 1998, sus bodas de Plata.

Durante su vida religiosa sirvió a la Congregación, especialmente cuidando a ancianos y enfermos, aunque también estuvo presente en el Seminario de Tiana y en el de Orihuela, donde los seminaristas que estuvieron con ella, ahora ya sacerdotes, la recuerdan con mucho cariño. Además de servir en estas dos Casas, estuvo en la clínica Platón de Barcelona, donde ejerció de auxiliar de enfermería. También pasó por Abarán, Couço, Cieza, Fuente de Cantos, Granada, Paradas, Benavila y ya, desde el año 1994, en nuestra residencia de San Juan en Alicante, donde tuvo que asumir las limitaciones de la edad y la enfermedad, aunque no le impidió ayudar en la portería y ser la Cronista de la Comunidad

Vivió de forma muy intensa su admisión al Noviciado, su primera Profesión y el día de los Votos Perpetuos. Ella misma lo expresaba con los siguientes términos:

  • “Después de una extraordinaria preparación llega en día grande de nuestra profesión. Somos tres, dos de Santo Domingo y yo, extremeña”.
  • “1 de Mayo de 1973, fecha grande que queda grabada para siempre en mí y como todas las fiestas comienzan con Vísperas. Después de la cena nos reunimos en Sta. Cecilia, donde nos entregaron los hábitos. Esto fue muy emocionante, estaba completamente lleno, nos acompañaban además de las Madres y Hermanas de la casa, muchas que habían venido de fuera y cómo no decir entre ellas se encontraban dos sobrinas que por primera vez habían venido a nuestra querida casa”.
  • “¿Pero cómo explicar todo lo que en este día pasó? Sólo Dios lo sabe. Lo que sí sé, que la mañana se pasó enseguida y cuando me di cuenta se estaba celebrando nada menos que mi profesión religiosa. Estaba delante de todas las que en este día nos acompañaban, prometiendo a Cristo un seguimiento fiel a su llamada en la vida carmelita.

A partir de aquí, su vida fue, como la de María, un continuo “Sí” a la voluntad del Padre, o como oímos en la homilía de su funeral: “signo visible, manifestación viva, sacramento de las bienaventuranzas”. Tal vez, por eso, se la oía decir, con bastante frecuencia: “Dios es Amor” y “Dios es mi Padre”

Como claro ejemplo de una de las características de nuestra Congregación, estaba muy integrada en la vida de la gente, muy atenta a las necesidades de los demás y a cuanto acontecía a su alrededor. Le gustaba el contacto con las personas, y mantenía una especial relación con su familia. Igualmente, seguía los actos comunitarios con mucha fidelidad. Vivía con especial fervor la Eucaristía y bien podríamos pensar que en ella, de modo vivo y cercano, podemos reencontrarnos con nuestra Hna. Antonia, ahora que está acompañándonos desde el Carmelo Celeste.

Damos gracias a Dios por nuestra Hermana. Que ella, que supo estar atenta a las necesidades de los demás y para todos tenía un detalle, interceda por todas nosotras ante el Señor de la Vida.