Hna. Aurelia Martínez Martinez

 Madrid, 15 de Abril de 2015

 

Que tu bondad me consuele, según la promesa hecha a tu siervo;
cuando me alcance tu compasión, viviré, y tu ley será mi delicia…

(Sal 119,76-77)

 

Queridas Hermanas:

Os comunicamos que el 29 de Marzo, Domingo de Ramos, desde la Comunidad de Casa Madre, en Orihuela (Alicante), pasó a reunirse con el Padre nuestra Hermana

AURELIA MARTÍNEZ MARTÍNEZ

Nació en Patiño (Murcia), el día 29 de Febrero del año 1936. Hija de Pedro y Josefa. Fueron 13 hermanos, siendo nuestra hermana la novena. Fue bautizada en la Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Fuensanta, en su pueblo natal, el 29 de Marzo del mismo año, y confirmada en el mismo lugar, el 22 de Octubre de 1944.

Comienza su postulantado en Orihuela, al igual que el noviciado que inicia el 17 de Abril de 1958. Su primera profesión la hizo el 18 de Abril de 1959 en Orihuela y la perpetua el 29 de Julio de 1965, en el mismo lugar. Las bodas de Plata las celebra en el año 1984 y las de Oro, el 17 de Mayo del 2009 en Orihuela.

Recuerda sus Bodas de Plata con especial emoción, no sólo por la homilía de la celebración, que le llegó a lo más profundo de su corazón, sino por su conciencia, como ella misma escribe, de “renovación de mi entrega al Señor”.

El cura de la parroquia de su pueblo natal, D. Salvador Pérez, escribió de ella: “…ha observado buena conducta moral y religiosa, dando indicios de vocación al estado religioso”.

Auxiliar de clínica de profesión, tenía como habilidad particular los trabajos manuales y las labores (bordado y costura), donde era capaz de hacer verdaderas filigranas. Aunque realizó diversas actividades en su vida religiosa, se sentía inclinada a dedicarse a los ancianos y hermanas mayores.

Casi toda su vida estuvo atendiendo y cuidando personas mayores o enfermas, tanto en Vélez Málaga (Málaga), en Barcelona (Clínica Platón), como en Benavila y Estremoz (ambas comunidades en Portugal) o en Cieza (Murcia) y la Residencia de ancianos de S. Juan de Alicante. También estuvo unos años en la Residencia Universitaria de los Padres Carmelitas en Zaragoza, en Encebras (Alicante) y en Valencia, atendiendo a la casa. Estuvo destinada también al Seminario diocesano de Orihuela-Alicante, situado en la ciudad de Orihuela, en la Casa de acogida de Murcia y en la misma Casa Madre, donde volvió finalmente para encontrarse con el Padre.

Hermana de carácter afable y muy generosa, lo mismo que recibía, daba. Era muy disponible y atenta para lo que se la necesitara. Difícilmente te decía un “no” cuando le pedías alguna ayuda. Aun estando enferma de Alzehimer, seguía haciendo lo que podía y, como se le olvidaban muchas cosas, siempre pedía que se las recordaran, contestando: “Gracias, gracias”, cuando alguna hermana le comentaba lo que tenía que hacer.

La enfermedad la iba mimando poco a poco, y cuando llegaba la noche, que era cuando se solía encontrar peor, se encomendaba al Señor, diciéndole: “Señor, Señor, ayúdame Tú”.

Que María, la Madre de Jesús, que lo acompañó en su Semana de Pasión, la haya acogido bajo su manto a la entrada de la Jerusalén celestial.