Hna. Perseverancia Paniagua Sanvicente

«Apuesto por el Amor, porque la vida sin Amor, no es nada”
(Frase extraída de sus cartas)

 

Queridas Hermanas:

Os comunicamos que el 16 de Junio, desde la Comunidad de la Residencia de San Juan, en Alicante, Dios Padre llamó a nuestra Hermana

PERSEVERANCIA PANIAGUA SANVICENTE

Era hija de José Antonio y Concepción. Nació en Fuente de Cantos (Badajoz) el 27 de Diciembre de 1930. Eran 4 hermanos. Fue bautizada en la parroquia de Ntra. Señora de la Granada de su pueblo natal, el 14 de Febrero de 1931, con el nombre de Feliciana y confirmada el 2 de Octubre de 1940 en la misma parroquia.

Comienza su postulantado en Paradas (Sevilla), en Junio del año 1948 y en Orihuela, en nuestra Casa Madre, el noviciado, el 24 de Febrero de 1949. También allí profesa un 28 de Febrero de 1950, hace sus votos perpetuos el 30 de Agosto de 1956, y celebra sus Bodas de Plata en el año 1975.

Toda su vida en la Congregación estuvo dedicada, principalmente, a la enfermería y a las clases de música, aspecto este último que le apasionaba. Estuvo en los colegios de Sax (Alicante), Socuéllamos (Ciudad Real), Murcia, Orihuela (Alicante) y Guardamar (Alicante). También pasó por la Clínica Platón, en Barcelona, donde estudió A.T.S., y posteriormente por la Clínica Provenza (Barcelona), el Sanatorio de la Purísima (ya de enfermera) en Granada, y en la guardería de Villanueva de la Serena (Badajoz). Después, realizando diferentes servicios, estuvo en Portugal (Benavila), Fuente de Cantos (Badajoz), Paradas (Sevilla), Casa Madre y la comunidad de Granada-Acogida, desde la que, en el año 2013, pasó a la Residencia de San Juan de Alicante, donde el Señor la llamó para que estuviera más cerca de Él.

De sus cartas, podemos extraer algunos pensamientos que nos ayudan a adentrarnos en lo que, muchas veces, no llega “a la superficie”, por numerosos motivos:

  • “…la vida es de Él, no mía”.
  •  “…espero con la gracia y fe en Dios, cumplir lo que las Constituciones dicen”.
  • El Evangelio nos dice, ¿cuántas veces hay que perdonar?, ¿siete veces?…”.
  • “…intento mejorar cada día”…”
  • “…yo vivo feliz en mi vida comunitaria”.
  • “…me gusta mucho trabajar en la pastoral y especialmente en la juvenil…”
  • “…creo que todos estamos en línea de conversión y de perfeccionamiento”.
  • “…y desde ahora, en adelante, intentaré olvidar y perdonar, y ponerme en manos del Señor, que él lo sabe todo…”

Las Hermanas de la Residencia de San Juan, donde estuvo los últimos años, nos hablan de ella, acercándonos a lo que fue su vida como religiosa carmelita:

  • “Ha dejado un recuerdo inolvidable: Era alegre y tenía su chispa de gracia. Le gustaba estar siempre con la comunidad y que estuviéramos todas juntas. Preguntaba por las hermanas ausentes dónde estaban y las echaba de menos.
  • “Era muy puntual en sus rezos y oraciones. Rezaba con mucha frecuencia el Rosario de la Misericordia y lo hacía con mucho fervor. Cuando podía iba a la parroquia, saludaba a los sacerdotes y hacia la Visita al Santísimo”.
  • “Tocaba el piano, la flauta y la armónica con mucho gusto y la gente disfrutaba al oírla”.
  • “Era muy inquieta y andariega. Le gustaba comunicarse con la gente. Aquí tenía varias amigas, con las que estaba largos ratos”.

Que nuestra Hna. Perseverancia, gozando ya de la Presencia eterna del Señor, interceda por nosotras para que sepamos discernir lo que Él quiere de nosotras, a nivel personal y como congregación, en este próximo Capítulo General.

Un abrazo en el Carmelo,