Hna. Mª del Rosario Rondan Rastoll

«Si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Así, que, ya vivamos ya muramos del Señor somos» (Rom 14,8)

 

Queridas  Hermanas:

Os  comunicamos  el   triste desenlace  de nuestra  querida  Hna.  que  marchó a la  casa  del  Padre , el  día  17 de Febrero, en accidente  ocurrido  en Torreblanca  (Castellón)

Mª DEL ROSARIO  RONDAN RASTOLL

Nació  en Guardarmar del Segura (Alicante) el día 20 de Mayo 1956. Hija del matrimonio Francisco y Rosario. Recibió las aguas del Bautismo el día 6 de Junio de 1956, en la Parroquia de Santiago Apóstol.

Era la segunda de tres hermanos. Fue alumna de nuestro Colegio de Guardamar del Segura. Entusiasta y alegre en todas las actividades que realizaban las alumnas del Colegio.

Ingresó en la Congregación en 1985, vistiendo el hábito el 5 de octubre de 1986, en nuestra Casa-Madre de Orihuela. El 1 de octubre de 1988, hace su profesión temporal en esta misma Casa. La profesión la hace el 24 de septiembre de 1995.

En 1989 es destinada a la comunidad de Aspe, donde realiza su trabajo durante un año como auxiliar de Clínica. Más tarde es trasladada al Colegio de Murcia, compartiendo al mismo tiempo clases de religión y estudios de Teología.  En 1993, pasa al Colegio de San Juan de Alicante, donde colabora en actividades pastorales y clases de religión. En 1994, es trasladada a Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en cuya residencia realiza su trabajo como auxiliar de clínica.  Pasa después a Barcelona y  realiza estudios de Educadora Social; se integra en una comunidad de inserción atendiendo a jóvenes menos favorecidas de la sociedad, educándolas para su integración en la misma.

Un testimonio elocuente de lo que fue su vida, lo refleja en sus escritos personales: “A pesar de las dificultades, experimento que el Señor llena mi vida y me impulsa a que otros hermanos puedan experimentar este mismo amor. Siento su misericordia y su perdón a pesar de mis limitaciones y pobreza.

El Señor me manifiesta día a día su misericordia y el amor que me tiene. A mí misma casi me asusta, cuando me doy cuenta en lo más profundo de mi corazón, su ternura y su amor muy por encima de mis pecados, debilidades y pobreza.

Cuando mi madre me llevó al Colegio, tenía y veía la foto de Madre Elisea y sentía en mi corazón su afecto y cariño. A los 13 años, sentí la llamada fuertemente a través de la dulzura, sencillez, acogida, alegría y compresión de algunas Hermanas del Colegio.

Me siento centrada y feliz, la vida comunitaria es para mí, central e indispensable para vivir plenamente mi consagración al Señor y realizar mi misión.

Le pido al Señor, que me haga crecer en sabiduría y amor, para saber discernir cual es la voluntad en todos los acontecimientos de pobreza concreta que experimento, limitada, impotente, sin ser capaz de dar respuesta adecuada, frente a la misión encomendada. Pero el Señor tiene misericordia de mí y me quiere tal y como soy, pues experimento su paternidad.”

Su confianza plena en la misericordia del Señor, la hizo siempre mirar con ojos limpios a cuantos se acercaban a ella. Seguro que desde el Carmelo celestial seguirá mirando e implorando la misericordia del Señor par aquellos que la conocieron en vida.

Damos gracias al Señor por el don de Hermanas que con tanta generosidad supieron vivir, el itinerario de su misión en esta tierra. Que ellas nos sirvan de estímulo para dar cada una de nosotros lo mejor de nuestra vida.