Dice un proverbio chino:” El bien que hicimos la víspera es el que nos trae la felicidad por la mañana”. Lo creo firmemente. El bien que hacemos es una fuente abundante de felicidad. Hacer el bien de forma gratuita y alegre llena de sentido la vida y una vida llena de sentido es feliz.
La felicidad, más que en recibir, consiste en dar. En la medida que damos y nos damos, aumenta en nosotros la felicidad que es la genuina alegría que inunda el corazón de paz y serenidad. La felicidad auténtica es siempre el resultado de una acción dinámica en favor de los demás. Cuando los demás ocupen el centro de tus atenciones, cuando el prójimo esté entronizado en un punto privilegiado de tu corazón, experimentarás la verdadera alegría. Una alegría que no es más que el fruto maduro de tu generosidad. No olvides, amigo la sabiduría del proverbio chino que dice:”El bien que hicimos la vísperas es el que nos trae la felicidad por la mañana”.