Tras las huellas de Madre Elisea

Llegó el gran día, el día tan esperado por todas.  El 28 de junio de 2022, a las 7 de la mañana, con un clima bastante fresco, nos despedimos de las Hermanas de Tales y nos encaminamos en un minibús para seguir el itinerario original de nuestra Congregación: “Caminando con Madre Elisea”. En este día nos acompañó la Hna. Merry Teresa.

Nuestra primera parada fue Benidoleig, en la provincia de Alicante, pueblo natal de nuestra M. Elisea. Nos recibió, en la Iglesia Parroquial de la Sangre de Cristo, el P. Juan Alberto Ballester, párroco de la misma, un seminarista y la vecina de nuestra casa.  Entramos a la Iglesia y nos acercamos a la pila bautismal, donde fue bautizada Josefa, nuestra Madre Elisea. ¡Qué gran alegría poder estar allí, contemplando la misma pila bautismal, donde nuestra querida M. Elisea, entró a formar parte de la Iglesia, a la que tiempo después, dio el regalo de la fundación, junto con otras hermanas, de nuestra Congregación!

Allí mismo, todas juntas, entonamos el Flos Carmeli a nuestra Madre y Hermana, la Virgen del Carmen. Después de las fotos, que siempre nos han acompañado en nuestro camino, nos dirigimos a la casa donde vivía con su familia, que está muy cerquita.  Una vez allí, entramos directamente a la habitación donde nació nuestra venerable Madre Elisea, que ahora es una capilla.  Al entrar en este lugar nos llenamos de emoción y recogimiento.  Conocimos la casa, viendo todos sus rincones y, aunque sabíamos que todo estaba muy cambiado y reformado, sabíamos que era su casa. Desde la preciosa terraza, contemplamos el inmenso y maravilloso paisaje: el pueblo, las montañas y el mar.  Luego de la foto frente a la Casa, nos pusimos en camino para nuestra segunda parada: Caudete.

Llegamos a Caudete a las 12:30 de la mañana.  Allí nos esperaban, en la Iglesia del Carmen, los Padres carmelitas Alfonso Herrera y Petrus, que estaba de paso, para celebrar juntos la Eucaristía.  En su homilía el Padre nos compartió la importancia de esta Iglesia en nuestra Congregación e insistía en que habíamos llegado a nuestra casa.  Al terminar la Eucaristía, las ocho Hermanas que éramos, nos arrodillamos frente al altar, de la misma manera que lo hicieron nuestras Hermanas fundadoras cuando profesaron. Un momento emocionante, lindo, conmovedor y de mucha gracia espiritual.  El P. Alfonso, antes de continuar con nuestra ruta nos invitó a visitar al convento.

Nos dirigimos donde antiguamente estaba el Hospital de San Diego, que ahora es el Centro Social Madre Elisea.  Nos atendió la Coordinadora del Centro, que con gran alegría nos enseñó el lugar y nos indicó que siguen con la misión de ayudar a los pobres y necesitados como lo había hecho Madre Elisea en su tiempo.

Continuamos caminando por las calles de Caudete, y nos detuvimos en nuestras dos próximas paradas: Nuestra primera casa matriz y noviciado en la calle La Santa, donde las hermanas vivieron alrededor de cuatro meses y luego la calle La Morera, donde se trasladó la casa matriz y el noviciado cuando necesitaron más espacio.  Terminamos nuestro recorrido en la residencia de ancianos San Juan Evangelista, donde están nuestras Hermanas. La Hna. Ana María, nos recibió y nos mostró la residencia, terminando en la Capilla, donde cantamos Flor del Carmelo a nuestra Madre del Cielo. A continuación, nos dirigimos al restaurante donde teníamos programada la comida, que compartimos con las Hermanas de la Residencia y los Padres Carmelitas.  Después de la comida, alegre y fraternalmente compartida, continuamos con nuestra ruta, camino de Casa Madre, en Orihuela (Alicante).

Llegamos a nuestra Casa Madre y fuimos recibidas por las nuestras Hermanas con una rica y refrescante merienda. Tras ella, nos dispusimos a terminar nuestro Encuentro con los dos últimos actos del día: Nos dirigimos al cuarto donde Madre Elisea falleció, elevando sus últimas palabras: “Alabat siga Déu”.  Alrededor de su cama, escuchamos la carta 72, considerada, su legado espiritual, siendo un momento muy emotivo y emocionante. Sentimos cómo Madre Elisea nos la leía a nosotras y notamos su presencia, envolviéndonos como una buena Madre con sus hijas. Terminamos con el canto: “Alabat siga Déu”.

Después de visitar la habitación donde M. Elisea fue llamada por el Padre Dios, pasamos a su Mausoleo.  Comenzamos esta última etapa de nuestro Encuentro, reconociendo, junto a M. Elisea, la figura de nuestra Hna. Teresa Bañón, que durante tantos años la acompañó. Junto a ella, se leyó un texto titulado: “Hna. Teresa Bañón, la mujer fiel, a la sombra de Madre Elisea”. Alrededor de los restos de Madre Elisea y Hna. Teresa, rezamos las primeras vísperas de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, pilares de la iglesia. Cantando la canción: “Elisea”, escrita por la Hna. Mª. del Carmen Vázquez, dimos por terminado nuestro Encuentro Internacional de Consejeras Regionales de Pastoral, dándonos un fraternal abrazo de paz.

“¡Alabat siga Déu!”

 

BENIDOLEIG

 

CAUDETE

 

CASA MADRE