Iluminado el día por la festividad de santa Brígida, una de las copatrona de Europa, dimos comienzo al trabajo en la sesión de la mañana, introduciéndonos en la vicaría de Rwanda – Burundi y en la Delegación de Perú.
La Hna. Mª Sagrario Paniagua de Mera, Vicaria de “Fleur du Carmel” Rwanda – Burundi y Hna. Mª Socorro Font Deulofeu, Delegada de “San Martin de Porres”- Perú, nos presentaron con unos informes muy motivadores y llenos de esperanza en el futuro. Hemos disfrutado oyéndolas y viendo el crecimiento de esa Vicaria y Delegación. También nos pusieron sendos montajes, mostrándonos la vida y misión de las diferentes comunidades.
El resto del día transcurrió de forma semejante al anterior, con el trabajo en grupos y la puesta en común. En ellas se va vislumbrando por donde nos lleva el Señor y por donde debemos de caminar en el próximo trienio. El aporte de los grupos, en algunos aspectos, es bastante unánime, lo que nos induce a creer que el Espíritu, es posible que se esté moviendo entre esos puntos.
Por la noche tuvimos el recreo como todos los días. Esta vez lo hicimos en el salón “San Elías”. Las hermanas de Perú pusieron un video sobre las actividades pastorales que se están llevando a cabo en ese país y las hermanas de Rwanda nos ofrecieron un baile típico con el traje tradicional.
Como esta noche celebrábamos “las flores y los frutos”, se quiso dar un homenaje a las primeras vocaciones nativas en Timor Leste, Rwanda e Indonesia, y que en ese momento estaban entre nosotras: las Hnas. Palmira Babo (Timorense), Mª Gracia Gahongayire (Rwandesa) y Merry Teresa Sri Rejeki (de Indonesia).
Demos gracias a Dios por el florecimiento de nuevas vocaciones y demos gracias también a las primeras hermanas que llegando a otros países, fundaron pequeños “carmelos”, entregando su vida incondicionalmente por el Reino de Dios.