Vida y Misión

Nuestra Congregación, en un gran intento de atender y cumplir lo ordenado por la Santa Madre Iglesia, de que los nuevos religiosos se formen en su tierra de origen o en el sitio donde luego trabajarán, se propuso dar inicio a una casa de formación en las Antillas.

En ella se formarían las futuras vocaciones que irían surgiendo por estas tierras. Se escogió provisionalmente para darle inicio a nuestra casa albergue infantil “Santiago Apóstol” en Santiago, República dominicana.

Fue el querer de la Madre General Socorro Font, y de la delegada de las Antillas, Hna. Altagracia Bello de que este funcionara en una casa independiente de nuestras obras de Santiago por el hecho de que (el albergue) no pertenecía a la congregación, también para lograr un mejor ambiente espiritual y mayor dedicación a las formandas. En el seminario realizado del 11 al 15 de marzo de 1974, en Santiago con la participación de Nuestra Madre General y de la Madre Aurea Ferreira, consejera General, se ratificó más esta idea y se llegó a la conclusión de que se construyera una casa se pensó también en la cercanía de esta al albergue para suplir la falta de hermanas en esa casa y ayudarlas en sus múltiples trabajos. El motivo de elegirse esta ciudad fue por encontrarse funcionando en ella el centro intercongregacional de formación Religiosa CIFRE. Mientras se tomaba la decisión de si se fabricaba o no, nos dispusimos a buscar una casa, se escogió una bastante económica pagando mensual 60 pesos mensuales. Fue así como empezó a existir nuestra casa noviciado con la iniciación a la vida Religiosa de la joven Bélgica Lantigua Colón, el día 30 de septiembre del año 1973. La ceremonia de apertura e iniciación estuvo enmarcada dentro de una misa solemne, celebrada por el Padre Ramón Ballester, maestro de novicios de los Padres Misioneros de los Sagrados Corazones. El día 5 de octubre del 1974 se inició a la vida Religiosa, la postulante Ana Mercedes Sirí Rodríguez. La ceremonia de iniciación tuvo lugar en la sala de la comunidad, del albergue, con el rezo de vísperas. Estuvieron también presente en la ceremonia las comunidades del Hospital de niños y la del albergue.

Actualmente la comunidad noviciado» MADRE ELISEA» tiene como finalidad la formación integral de jóvenes que le ayude a optar por un proyecto de vida común basado en los consejos evangélicos vividos según el carisma carmelita, reavivando nuestra opción fundamental por Cristo, siendo sembradoras de esperanza del evangelio.

febrero 2021