La comunidad Sagrado Corazón fue fundada el 14 de septiembre 1977. Las hermanas fundadoras fueron las Hnas. Adela López Martí, Carmen Marín Gil y Josefina Ortiz.
Esta misión ha ido evolucionando con el tiempo, pero desde el principio, las Hermanas son responsables del Centro de Salud. Actualmente trabajan tres hermanas: Una es Directora del centro de Salud, otra trabaja en la farmacia y en las consultas de los enfermos y la otra se encarga de la contabilidad. El Centro, cuenta con los siguientes servicios: Consultas de enfermos y consultas postnatales y prenatales, vacunación de niños y mujeres embarazadas, diagnóstico de VIH/SIDA, laboratorio, sala de curas, farmacia, hospitalización, maternidad y un servicio de regulación de nacimientos y niños malnutridos.
La comunidad hace todo lo posible para que todas las personas tengan sus derechos, respetando su condición social, acercándose a todos con respeto y amabilidad. Atienden las necesidades de todos, especialmente los enfermos, para cuidarlos o transferirlos al Hospital de Referencia. También se visitan con frecuencia a las familias, en especial a las más pobres.
A los enfermos hospitalizados, se les ofrece la oportunidad de recibir los sacramentos; las Hermanas los preparan para ello. Cada año se celebra el día del enfermo y ayudamos a nuestros colaboradores en la misión a encontrarse con el Señor desde su situación.
Con la presencia de las Hermanas Carmelitas en la población de Rilima se han ido atendiendo las necesidades que se iban presentando en cada momento, dependiendo de los medios que hemos ido teniendo.
En el año 1990 se empezó una escuela maternal de niños de 3 a 6 años. Y en el 2015 pasó a ser una escuela primaria donde pueden seguir una educación de calidad. Siempre los padres nos han pedido que pusiéramos también una escuela primaria porque aprecian la educación que damos a sus niños, pero por falta de medios económicos esto no fue posible. Juntos, nosotras, con los padres, hemos intentando responder a esta necesidad. Actualmente tenemos la escuela maternal y primaria, que abarca desde primer curso hasta sexto.
La comunidad también trabaja en la Pastoral Juvenil Vocacional: visita los colegios y Parroquias de diferentes Diócesis para dar a conocer la Congregación, participan en los Forums de jóvenes que se realizan cada año. Tiene un grupo de laicos carmelitas y grupos de Jucar (Juventud Carmelita), y Nicar (Niños Carmelitas) que funcionan bastante bien, a pesar de la pandemia de covid-19.
La capilla de las hermanas está abierta a todas las personas que quieren encontrarse con el Señor y se acercan a ella. La comunidad está muy integrada en las actividades de la parroquia. (da la comunión en la Iglesia, visita y lleva la comunión a los enfermos y personas mayores en sus domicilios…). También, participan en Comunidades Eclesiales de Base. Se celebra la Novena de Ntra. Stma. Madre en la parroquia, con todos los grupos parroquiales y el resto de los cristianos.
La comunidad de Rilima es una comunidad formadora. En ella hay Junioras, y es, a la vez, casa del postulantado
Enero 2021
HISTORIA DE LA MISION PASTORAL
DE LAS HERMANAS DE LA VIRGEN MARIA DEL MONTE CARMELO,
COMUNIDAD DE RILIMA «SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS»
La misión pastoral de las Hermanas de la Virgen María del Monte Carmelo en la Comunidad de Rilima fue iniciada el 17 de septiembre de 1977, por tres Hermanas: Adela López Martí, Carmen Marín Gil y Josefína Ortiz. Esto fue después de tan solo cuatro años de la fundación de la parroquia de Rilima, ya que esta última fue fundada en 1973. Esta misión ha ido evolucionando con el tiempo. Esto significa que la misión pastoral de las Hermanas Carmelitas en Rilima y su vida en Rilima son dos realidades, que no son distintas. Otra cosa que no podemos olvidar es que la misión pastoral de las Hermanas no está lejos de la misión pastoral de la parroquia, especialmente al inicio de la fundación de la misma.
Paroisse Rilima se fundó para ayudar especialmente a un grupo de exiliados de Burundi en 1972, que se refugiaron en la ciudad, junto con otros habitantes de Ruanda, que se encontraban en este entorno, incluida toda la zona de Bugesera, que era un bosque. Las personas que vivían en este entorno tenían muchos problemas, entre otros, el paganismo, la enfermedad, la ignorancia, la pobreza, etc.
La llegada de las Carmelitas a Rilima en 1977 fue una suerte para los sacerdotes que tenían la atención pastoral en esta parroquia. Las hermanas entraron directamente a intentar ayudar a paliar las necesidades pastorales que tenían los sacerdotes de la parroquia, sobre todo para intentar dar respuesta a los problemas que hemos apuntado anteriormente, que tenían los refugiados y otras poblaciones de Rilima.
En el tema sanitario, las Hermanas se han hecho cargo del Centro de Salud. En la parroquia de Rilima no existía ningún otro centro de salud ni siquiera un puesto de salud. Todos los refugiados enfermos y otras personas enfermas de la parroquia, incluso de más allá, tenían que venir a Rilima a recibir tratamiento. Al principio, esta misión no fue fácil. Dado que los enfermos eran numerosos, por el hecho de que la gente vivía en chozas que no podían protegerse de los mosquitos, el frío y la lluvia, también existía el problema de la falta de agua potable. Tampoco podemos olvidar que la capacidad del Centro de Salud era muy baja, ya sea en cuanto a materiales, medicamentos e incluso por la propia capacidad de las enfermeras que no podían llegar a tantas necesidades. Pero, con el tiempo, la capacidad del centro de salud ha ido mejorado y, actualmente, podemos decir que ya está a un nivel avanzado.
Las hermanas eran los responsables del centro nutricional, aunque ya no lo sea. La población era todavía muy primitiva, muchos de los niños padecían enfermedades provocadas por la desnutrición. Los padres necesitaban ayuda en el campo nutricional, la forma correcta de preparar las comidas y otros consejos para que sus hijos crezcan bien. La comunidad de las Hermanas Carmelitas de Rilima tenía la misión de seguir de cerca a estos niños y ayudar a sus padres a preparar alimentos completos para sus hijos e incluso para toda la familia. Pero el Centro Nutricional Rilima desapareció debido a la línea política del Estado de Ruanda, que quería eliminar los centros nutricionales en todo el país.
Desde el punto de vista de la educación familiar, en lo que se llama «HOGAR», las hermanas también, al inicio de su pastoral, ayudaron a las jóvenes que no tenían la oportunidad de asistir a la escuela primaria o continuar sus estudios, a aprender a coser, etc. Pero por el momento estas escuelas no existen debido a la política de «educación para todos» del país.
En la lucha contra el paganismo, las hermanas también participan en la evangelización del pueblo. Es en el marco de la pastoral del catecismo, preparaban a los catecúmenos para recibir los sacramentos de la iniciación. También hay participación en el seguimiento de jóvenes cristianos en grupos de oración, en movimientos de Acción Católica e incluso en grupos vocacionales. Las hermanas Carmelitas también visitan a los enfermos y ancianos en sus casas y les llevan el sacramento de la Eucaristía.
La comunidad de Rilima también participa en la misión pastoral de la educación, para combatir la ignorancia de los niños, futuros jóvenes y adultos del país. Al principio, las hermanas tenían una escuela infantil que estaba al lado de la escuela primaria de Rilima, donde algunas Hermnas enseñaban. Pero, de momento, se ha mejorado en este campo, porque la comunidad ha construido su propia escuela, que se llama Ecole Mère Elisea. Queríamos darle a la escuela el nombre de la fundadora de la Congregación. Esta escuela tiene dos secciones: la escuela infantil y la escuela primaria.
La parroquia de Rilima, que estaba en el campo, aunque hoy este ambiente comienza a desarrollarse poco a poco, todavía tiene muchos pobres. Las hermanas contribuyen en la ayuda del pago de las tasas escolares de algunos estudiantes pobres y en el pago de los gastos de la mutua de salud para los pobres.
En definitiva, en el desarrollo de la pastoral de la Parroquia de Rilima, ya sea desde el punto de vista espiritual de los cristianos, de la buena salud de la población y de la educación, desde el inicio de la parroquia hasta ahora, desde niños pequeños, hasta ancianos, las Hermanas de la Virgen María del Monte Carmelo, en Rilima, tienen una gran contribución.